Devuélveme mis ojos largamente descarriados,
pues es ya mucho el tiempo que han estado sobre ti;
mas ya que tales males allí han aprendido,
tales conductas forzadas
y apasionamiento falso,
pues es ya mucho el tiempo que han estado sobre ti;
mas ya que tales males allí han aprendido,
tales conductas forzadas
y apasionamiento falso,
que por ti nada bueno pueden ver,
quédatelos para siempre.
Devuélveme mi corazón inofensivo,
que pensamiento indigno no podría mancillarlo,
pero si el tuyo le enseñara
a burlarse del amor;
a quebrantar palabra y juramento,
quédatelo, porque mío no será.
Pero devuélveme mi corazón, mis ojos,
que pueda ver y conocer tu falsedad;
que pueda reírme y gozar
cuando te angusties,
cuando languidezcas
por aquel, que no querrá,
o, como tú ahora, falso sea.
Devuélveme mi corazón inofensivo,
que pensamiento indigno no podría mancillarlo,
pero si el tuyo le enseñara
a burlarse del amor;
a quebrantar palabra y juramento,
quédatelo, porque mío no será.
Pero devuélveme mi corazón, mis ojos,
que pueda ver y conocer tu falsedad;
que pueda reírme y gozar
cuando te angusties,
cuando languidezcas
por aquel, que no querrá,
o, como tú ahora, falso sea.
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