lunes, 10 de junio de 2013

Querida Martha...

Hace semanas que me vengo diciendo mientras abro una nueva entrada de este blog que debería dedicarle uno a mi madre ... hace semanas que me digo: lo tengo que hacer y no lo hago; como cuando me digo: debería hacer esa llamada y no la hago, eso lo tengo que leer y no lo leo, ese cajón debería de arreglarlo y no lo arreglo, debería darle un abrazo y no lo abrazo, debería terminar ese tutorial y no lo hago, debería avanzar mi libro y no paso del primer capitulo ... ¿No te angustia pensar en todas las cosas que tendrías que hacer y no las haces?, a mi si te lo aseguró, tanto que siento que voy acumulando en mi agenda de pendientes:  llamadas,  libros, abrazos, tutoriales, cafés, ... , quizás por eso he decido dedicarte este post Martha. No se si algún día lo leas, o mejor dicho no se si algún día me anime a enseñártelo, pero estoy convencida que mereces la verdad . Comenzare diciendo que fuiste, eres una madre y una mujer única, si tuviera que definirte en 3 palabras,  serían: integridad, lealtad y decisión. Mientras escribo me doy cuenta que hasta esas palabras te quedan cortas... es innegable la abnegación con la que te has dedicado a tu familia y a tu trabajo aunque no pierdas oportunidad para aclarar que tu trabajo no lo realizas por vocación sino por ocasión, posiblemente esa fue una de las primeras cosas que aprendí de ti, pues siempre me recalcas que a veces la vida te obliga a tomar decisiones, o te deja con pocas opciones, por eventos que escapan a tu control y tu tienes que hacerle frente a una nueva situación.
Esa situación en  mi caso, es mi carcasa humana, llego con desperfectos, pero quiero decirte que no te culpo a ti, ni a mi padre y tampoco me culpo a mi por esta situación, creo que hay que aceptar que algunas cosas son como son y no como nos gustarían que sean y aprender a vivir con ello. Así que te prometo que mientras pueda mantener una vida decente voy a seguir adelante, pero si la situación cambia espero que aceptes mis decisiones...
Realmente nunca hemos sido amigas, supongo que el trabajo las obligaciones, los problemas y la vida misma  han sido algunos de los factores que han impedido que tengamos conversaciones intimidas o mas personales, aunque te confieso que hubo un tiempo que añoraba con todas mis fuerzas poder compartir contigo algunas dudas, situaciones o simplemente sentimientos pero con el tiempo he llegado a una conclusión, no importa si somos o no somos amigas, Martha tu y yo somos: Madre e hija, ese es un lazo eterno, por ese simple  hecho te estoy muy agradecida, así como también doy gracias a la vida por tu singular apoyo para con mi vida profesional, y particularmente por dejarme llorar desconsoladamente  en tus brazos  hace ya cerca de dos años cuando no supe manejar mis sentimientos, gracias por esperar todo este tiempo por las respuestas a tus preguntas, solo lamento que mis respuestas sean mediante este post , pero teniendo en cuenta que nuestro carácter, es poco probable que algún día volvamos a tocar el tema; continuare diciendo que de todos los pronósticos (augurios) que me hacías precisamente el único en el que fallaste fue en mi vida amorosa, y si me enamore de aquel joven al que aprecias tanto... admiro y adoro profundamente a ese tontuelo, pero así como todas las cosas cambian, las circunstancias cambiaron y la verdad yo no supe como reaccionar, actualmente solo espero que algún día pueda verlo como un bello recuerdo... Martha para finalizar esta breve exposición de mis sentimientos quiero que sepas que lo único  deseo para ti es felicidad y plenitud.

0 comentarios:

Publicar un comentario