Dicen que cuando las cosas se dan muy
frecuentemente tenemos la humana propensión
de acostumbrarnos a estas situaciones, por ser estas cada día más comunes y repetitivas.
Dicen que esa es la razón por la cual se llega a la indiferencia. Esto trae a
mi memoria un fragmento que algunos atribuyen a Bertolt Brecht y otros a Martin
Niemöller: “Primero se llevaron a los negros,
pero a mí no me importó porque yo no lo era. Enseguida se llevaron a los
judíos, pero a mí no me importó, porque yo tampoco lo era. Después detuvieron a
los curas, pero como yo no soy religioso, tampoco me importó. Luego apresaron a
unos comunistas, pero como yo no soy comunista, tampoco me importó. Ahora me
llevan a mí pero ya es tarde”.
Esta es una triste realidad, la
indiferencia se ve todos los días, pero
solo cuando te afecta a ti o algún allegado tuyo, inviertes un poco de tu
tiempo en meditar en el porqué de esta situación,
es la única forma de darle una cachetada
a tu indiferencia, por lo mismo quisiera emitir un comentario porque no solo en
la ciudad de Lima se producen actos de agresión esto sucede en todo el país y quizás lo más
probable sea que en este momento,
mientras escribo esta líneas y mientras usted las lee haya alguien que esté
siendo víctima de estos hechos. Es cierto también que cuando se les pide a las autoridades una solución,
respondan diciendo que no puede haber un policía para cada peruano, muy a pesar
de sus esfuerzos esto parece empeorar en vez
de mejorar y las noticias son más y más espeluznantes y las personas que
comenten estos actos son cada vez más y más jóvenes (Chicos y chicas de mi
edad).
Al parecer nuestra cultura predica que
ya no tienes que avergonzarte de lo que hagas y por desgracia está ciudad/país
parece que se basara en el principio de que algo llamado culpa no
existe “Has lo que quieras no lo contare” y evidentemente ni siquiera debes
sentirte mal.
Últimamente he escuchado culpar a todo
el mundo (La política, la religión, el estado, las leyes, los padres, los
colegios, etc) de estos hechos, menos a esos mismos chicos, y efectivamente estoy de acuerdo en que muchas veces existen circunstancias
y factores externos que no se pueden
controlar pero estoy convencida que hay
que aprender a vivir con ellos ya que todos tenemos problemas. Por eso mismo
estoy convencida que nos es disculpa que uno se haya criado aquí o allá, que
uno sea huérfano de padres , que tengas o no tengas dinero para dañar física o psicológicamente
a alguien, creo que estos chicos están capacitados para distinguir entre pasar
una noche de juerga o lastimar y/o matar a alguien. Todos tenemos una brújula moral
que nos indica la dirección correcta pero no nos obliga a tomarla, es decisión de
cada uno elegir un camino u otro.
Hay entonces que matar la
indiferencia y resucitar la solidaridad, entender que los siguientes podemos
ser nosotros si por lo menos no observamos con más detenimiento y atención.
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