jueves, 28 de febrero de 2013

Una brújula moral...


Dicen que cuando las cosas se dan muy  frecuentemente tenemos la humana propensión de acostumbrarnos a estas situaciones,  por ser estas cada día más comunes y repetitivas. Dicen que esa es la razón por la cual se llega a la indiferencia. Esto trae a mi memoria un fragmento que algunos atribuyen a Bertolt Brecht y otros a Martin Niemöller: “Primero se llevaron a los negros, pero a mí no me importó porque yo no lo era. Enseguida se llevaron a los judíos, pero a mí no me importó, porque yo tampoco lo era. Después detuvieron a los curas, pero como yo no soy religioso, tampoco me importó. Luego apresaron a unos comunistas, pero como yo no soy comunista, tampoco me importó. Ahora me llevan a mí pero ya es tarde”.
Esta es una triste realidad, la indiferencia  se ve todos los días, pero solo cuando te afecta a ti o algún allegado tuyo, inviertes un poco de tu tiempo en meditar  en el porqué de esta situación,  es la única forma de darle una cachetada a tu indiferencia, por lo mismo quisiera emitir un comentario porque no solo en la ciudad de Lima se producen actos de agresión  esto sucede en todo el país y quizás lo más probable sea que  en este momento, mientras escribo esta líneas y mientras usted las lee haya alguien que esté siendo víctima de estos hechos. Es cierto también que  cuando se les pide a las autoridades una solución, respondan diciendo que no puede haber un policía para cada peruano, muy a pesar de sus esfuerzos esto parece empeorar en vez  de mejorar y las noticias son más y más espeluznantes y las personas que comenten estos actos son cada vez más y más jóvenes (Chicos y chicas de mi edad).
Al parecer nuestra cultura predica que ya no tienes que avergonzarte de lo que hagas y por desgracia está ciudad/país parece que  se basara  en el principio de que algo llamado culpa no existe “Has lo que quieras no lo contare” y evidentemente ni siquiera debes sentirte mal.
Últimamente he escuchado culpar a todo el mundo (La política, la religión, el estado, las leyes, los padres, los colegios, etc) de estos hechos, menos a esos mismos chicos,  y efectivamente  estoy de acuerdo en que muchas veces existen circunstancias y  factores externos que no se pueden controlar pero estoy convencida  que hay que aprender a vivir con ellos ya que todos tenemos problemas. Por eso mismo estoy convencida que nos es disculpa que uno se haya criado aquí o allá, que uno sea huérfano de padres , que tengas o no tengas dinero para dañar física o psicológicamente a alguien, creo que estos chicos están capacitados para distinguir entre pasar una noche de juerga o lastimar y/o matar a alguien. Todos tenemos una brújula moral que nos indica la dirección correcta pero no nos obliga a tomarla, es decisión de cada uno elegir un camino u otro.
Hay entonces que matar la indiferencia y resucitar la solidaridad, entender que los siguientes podemos ser nosotros si por lo menos no observamos con más detenimiento y atención.

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