sábado, 5 de octubre de 2013

Ultima parada...

Me había resultado casi imposible escribir unas pocas líneas estos últimos dos meses, creo que existen momentos en la vida en que precisamos de tiempo… para aquietar emociones para que de alguna manera maceren… porque no puedes escribir tan pronto sobre cosas que te laceran, que te lastiman hasta el fondo.
Un lector  me preguntaba, porque cerrar el blog? … y la verdad la única respuesta que  por el momento puedo darle, fue que interrumpí mi blog porque mi vida se interrumpió. Y esa es una de las razones por las que escribo este post, deseo darle a mis lectores (aunque sean muy pocos) una explicación… pero sobre todo porque yo necesito darme una explicación… necesito contar esta historia, para avanzar…
Recuerdo que era un viernes, pasaba de las 9 de la noche, yo acaba de salir de mis clases de portugués y pensaba para mis adentros (que yo no había nacido para falar portugués) era un idioma muy fácil de comprender pero parece que aún se me resiste cuando intento hablarlo… de pronto una melodía familiar me recuerda que tengo un nuevo tono para mi celular y al responder una voz casi inerte me dice: Tengo una mala noticia que darte -- un largo y tortuoso silencio-- por la mañana Heric falleció en un accidente en la ciudad de Tumbes, sinceramente no recuerdo como llegue a casa, como pasó el día siguiente, como cuando de pronto ya era domingo por la mañana al coger mi celular,  aparece su fotografía  en mi teléfono sin que yo haya marcado ese número que ya no existe y  así de pronto  llegaron puntales los recuerdos y caí en la cuenta de que me estaba quedando sola, completamente sola. Había perdido en lo últimos  meses a una amiga que fue como mi hermana, a una figura paternal y ahora el (precisamente EL)… un amigo – un compañero - un pasado/un futuro … me di cuenta que la palabra futuro ya no era ni siquiera una posibilidad, que había  estado dejando para luego el café, el viaje, las charlas que ahora eran imposibles. Fui consciente de que ya no les podría contar triunfante que tenía el grado, que había salido bien librada de una historia que me destruía y carcomía el corazón  desde hace 4 años  porque aún no tenía el grado y porque esa historia no hacía más que volver a comenzar cada vez que cogía el teléfono. Quizás porque me sentía en falta con ellos y necesitaba saldar cuentas   me dije a mi misma, por ustedes, porque no se merecen que les haya mentido todo este tiempo voy a acabar con este amor que me ha torturado los últimos 4 años, voy a decirle que lo quiero como estoy segura nunca voy a volver a querer a nadie pero que es hora de partir, voy a decirle que sea feliz , voy a dejarlo y a dejarme en libertad, voy a comenzar de nuevo y  voy a estar bien… Así que mande un correo diciendo esperara mi llamada a las 11 de la noche,  llegada la hora agarre el celular marque el número que se encontraba a kilómetros de distancia  y llamé… Todo iba bien, la conversación era como siempre: agradable, adictiva, deliciosa, quería que se sintiera cómodo cuando hablara conmigo que supiera que apreciaba su amor tanto como apreciaba el mío  y tal vez por esa comodidad --nose que paso por mi cabeza en ese momento--  me atreví a hacer algo de lo que nunca me voy a arrepentir lo suficiente: Volver a hablar de mis sentimientos, solicitar una deferencia, ayuda … no voy a mentir, por más esperanzas que guardase aun,  sabia como iba acabar aquella petición pero nunca imagine las palabras que vendrían después, jamás habría sospechado que a quien yo consideraba mi mejor amigo albergara tales sentimientos y opiniones de mí y mucho menos el desprecio y seguridad con las que fueron dichas… en aquel momento quería implorar, suplicar: no más por favor, yo no aguanto más, hasta la mujer más horrible y  aborrecible del planeta merece un poco de compasión y porque al fin y al cabo soy humana me excusaba  a mí misma en silencio diciendo yo creí que por las  decenas de veces que me había sentado a escuchar su sueños, sus pesadillas e intentar comprender lo que deseaba, merecía que por lo menos que me escuche, que intente descifrarme, pero  las personas olvidan con facilidad y esa fue la lección que aprendí ese día. Termine la llamada con lo que quedaba de mi orgullo  e intentado no romper en llanto.
Ese 5 de agosto  se me  rompió el alma en mil pedacitos, se me juntaron todos los reproches, los fantasmas, los complejos que siempre estaban al acecho se agolparon uno a uno para recordarme cada uno de mis  miedos y junto a esas tres ausencias que me desgarraban el corazón cada vez que respiraba  me llevaron a decidir tomar las riendas de mi vida y ponerlas en pausa (en automático) No voy a fingir, No voy a negar mi más profundo deseo. Quisiera negociar con Dios y darle mil horas de mi vida a cambio de que ellos vuelvan a respirar, quisiera 15 segundos para decirles gracias eternas… gracias  por estos dos meses de compañía, gracias por darme una razón para despertar cada mañana, por decirme al odio cada  día tienes que levantarte,  tienes que comer algo aunque sea una empanada, tienes que sonreír y tienes que seguir con tu vida aunque sea solo en automático, tienes que demostrarte a ti misma que no eres una mujer incompleta --esa fue la razón por la que busque a todos mis amigos estudiantes de medicina por una respuesta, por una esperanza--, curiosamente esta búsqueda casi me mata, pero en ese momento entre mis desvaríos vi a Heric que me repetía lo que el abate Faria le decía a Edmundo Dantes en el conde de Montecristo, aun estas viva y debe haber alguna razón y seguí viviendo por mis tres ausencias para demostrarles que aunque mi amistad y mi amor valían muy poco mi vida iba a servir para algo, que aunque cargase con el peso de que en estos últimos 3 años no había logrado cambiar nada, las cosas tenían que ser distintas. No podía decir hasta aquí llego porque fueron ellos quienes creyeron en mí y fue gracias a ellos en distintas partes de mi vida que tuve fuerza para seguir adelante. No podía traicionarlos. Por eso seguí trabajando en mi  código, en cualquier trabajo que se apareciera, noche tras noche, en piloto automático. Perdonarán mis errores, mis desvaríos, perdonaran mis silencios, mis sollozos, perdonarán que mi única conexión a la vida haya sido ese computador y que solo haya podido permanecer sentada sin estallar porque era mi homenaje personal a mis tres ausencias  que me dieron más luz que oscuridad.
No sé cuándo dejaré de sentir angustia, pero sé que poco a poco voy recuperando mis ganas de vivir. Hace dos días que siento que me levanto de mi cama por mí, hace un día que empecé a tener hambre y eso ya es un avance ahora sé que  puedo y tengo que  dejarlos ir,  yo sé que no podemos comparar la pérdida de un padre con la de un amigo o la de una hermana, pero estoy convencida que estos diferentes tipos de amores  son muy intensos y por eso me atrevo a decir que: El dolor siempre estará, en distintos grados, con distintos matices, el asunto es cómo se procesa la ausencia, cómo se entiende finalmente que eso que pasó no tiene preguntas, menos respuestas. Y ese proceso a mí me llevo 2 meses, mucho demasiado no lose, solo sé que el mejor regalo que le puedes dar una persona que ha muerto es olvidarle y seguir con tu  camino.
Recuerdo que hace años le dije a alguien: soy una mujer inteligente, con muchos dones y puedo hacer maravillas, sinceramente es más probable que posible que si lo deseases podría llevarle la montaña a Mahoma, pero no puedo hacer que alguien te quiera o te respete… y es una pena porque sinceramente  te lo mereces… y  eso me lo vengo repitiendo desde hace algún tiempo. ¿Algún día encontraré al amor de mi vida?  ¿Faltará mucho para volver?
No tengo la más pálida idea.
Solo sé que sigo viva, que la vida siempre continua, contigo o sin ti y es mejor que sea con uno, y que hasta el momento me lleva mucha ventaja que tengo que correr con ganas o sin ellas para alcanzarla.
Me han preguntado cómo se hace para sobrevivir a una hecatombe grado diez. Cómo se hace para cerrar la herida… creo que aún no se ha cerrado, creo que aún queda un largo camino pero sé que ayuda a sobrellevar la carga:
Llorar mucho.  Aunque uno asuste a los demás, aunque uno termine asustada del propio llanto. Vivir el duelo sin murallas, sin ataduras; porque siempre, recuérdenlo siempre, después de la tormenta siempre llega la calma.
Tomar agua, Leer, Mirar alguna serie interesante,  Volver a leer. Aunque solo sean carteles,  Trabajar. Aunque sea en piloto automático. Trabajar mucho, Estar con la familia. (aunque el concepto que tengan de ti sea como máximo aceptable) Eso también ayuda, Desear el amanecer.
Eso, desear siempre un nuevo amanecer.

Para responder algunas dudas:

 No, no le temo a la muerte después de este episodio solo puedo decir que cuando te llega la hora de partir, es imposible huir de ella por muchos santos que te protejan, porque así es la vida (todo comienzo tiene un final), cuando te llega, te llega y no hay vuelta que darle.
 sí, me molesta que me digan que te bendiga Dios o encomiéndate a Dios, porque a pesar de que mi relación con él, este un poco desgastada y que particularmente tenga un concepto diferente al de muchas personas sobre él,  no creo justo que se le tenga que cargar con la responsabilidad de cuidar de alguien más o dejarle la responsabilidad de nuestro futuro cuando eso lo puede hacer uno mismo. Pero aún estamos en un país democrático y esta es solo mi opinión.
Tengo sueños, muchos sueños creo que nunca los he perdido, solo estaban un poco adormecidos aunque también tengo pesadillas (risas), pero si,  voy y estoy trabajando en ellos, creo que es mejor no hablar de los planes de uno porque aun solo son  ideas en proyecto.
La verdad es que sí, yo creo sinceramente que la felicidad no es un estado de Facebook, twitter, creo que los estados que publicamos son más un deseo de lo que anhelamos y por eso se publica, en la mayoría de los casos porque queremos convencernos a nosotros mismos de  que somos felices o estamos haciendo algo y no está mal, pero creo que es una arma de doble filo.
A mis queridos lectores gracias totales,  por sus palabras solidarias aunque no me conozcan. Justamente porque los respeto es que quiero decirles que hasta aquí llego con el blog Only L&CH@. Como dije antes No puedo más. No quiero fingir. No vienen las palabras, no quiero hacer un drama interminable. Hago una pausa. Me voy. He pasado casi tres años contándoles lo que pienso de la informática, del amor, de la vida, intentando escribir de política. Les he contado mis angustias, mis miedos, mis sueños. Saben de memoria que amo la vida y que efectivamente he querido y quiero encontrar a un hombre valiente que no tenga miedo de amar y que voluntariamente quiera comprometerse sin que eso implique boda. Saben de memoria que soy una leona vegetaría que sueña, que ama, que tiene el coraje de luchar por lo que quiere, que cree en lo que quiere, que  quiera  cambiar el mundo y que se quedó a medio camino comenzando con el suyo propio ...algún día continuare, pero por ahora no quiero seguir escribiendo más de este sueño profundo.

No quiero fallarles, No quiero pensar en mi blog como un largo paréntesis,  No quiero,  Me voy con los mejores recuerdos. Con la memoria de los lindos y bellos momentos. Les debo un post titulado el retrato de licha y cuando este con más fuerza y me sienta yo otra vez lo colgare, pero quiero despedirme hoy 05 de octubre del 2013. Algún día regresaré, seguramente con otro blog con otro formato, pero hasta entonces: Hasta pronto…